Visión desde Washington: El déficit fiscal argentino se triplica y podrá alcanzar  6 por ciento del PIB, el nivel más alto en 20 / View from Washington: Argentina’s public sector deficit trebles and could reach the highest level in 20 years (English version following the Spanish)

Visión desde Washington: El déficit fiscal argentino se triplica y podrá alcanzar 6 por ciento del PIB, el nivel más alto en 20 / View from Washington: Argentina’s public sector deficit trebles and could reach the highest level in 20 years (English version following the Spanish)

Visión desde Washington: El déficit fiscal argentino se triplica y podrá alcanzar 6 por ciento del PIB, el nivel más alto en 20

View from Washington: Argentina’s public sector deficit trebles and could reach the highest level in 20 years (English version following the Spanish)

 Claudio M. Loser 

 May 29 2015

El mantra del gobierno ha sido “un poco más de gastos que de  ingresos ayudará a la economía, sin afectar seriamente las finanzas públicas”. Estas no son sus palabras sino sus hechos – una clara interpretación errónea de las fórmulas keynesianas, típicas de los que no leyeron al maestro directamente. El, al igual que muchos antes y después, hubiese quedado sorprendido por el grado de desorden observado en Argentina.

 

El gobierno ha anunciado en los últimos días el resultado de las cuentas fiscales  del primer trimestre de 2015. Los números publicados por el Ministerio de Economía,  muestran que los ingresos aumentaron un 26 por ciento en el primer trimestre, en comparación con el mismo período de 2014. El porcentaje del aumento es algo más grande en base a los números para los primeros cuatro meses del año (29%), en línea con las estimaciones no oficiales de inflación y crecimiento económico insignificante.

 

El gasto primario (gasto excluyendo los pagos de intereses) creció un 37 por ciento en el primer trimestre del año 2015, en comparación con el mismo periodo de 2014. Los pagos de intereses aumentaron en 80 por ciento, aun cuando las tasas de interés nominales en Argentina siguen siendo bajas, y el peso se ha depreciado en sólo 11 por ciento. Por supuesto, estas cifras subestiman el verdadero costo de la deuda, que no incluye los pagos debido a los “holdouts” y otros acreedores no reconocidos por el gobierno argentino.

 

Estos números significan que durante el primer trimestre, el déficit financiero del sector público aumentó 206 por ciento respecto al primer trimestre de 2014. Si estos números son proyectados para el año, Argentina incurriría en un déficit fiscal de alrededor del 6% del PIB, el más alto de la región después de Venezuela, sobre la base de un aumento nominal del PIB de alrededor del 30 por ciento. La proporción sería mayor si uno cree en las cifras oficiales de inflación y de crecimiento.

 

Este es un resultado terrible para un país que está en grave situación financiera. Por otra parte, sería el peor desempeño fiscal en los últimos veinte años sobre una base de caja, incluso peor que 2001-03, cuando Argentina declaró un default unilateral. Además, Argentina registra también  un déficit primario, lo que simplemente significa que no pueden pagar por sus gastos. China puede ayudar un poco y el Banco Central puede empapelar la economía, pero el desempeño es insostenible.

 

Es triste que este gobierno no sienta el impacto de sus finanzas desordenadas, y que el próximo gobierno tenga que pagar las facturas. Tal como lo señalara anteriormente, sería igualmente triste si el culpable no paga por su mala gestión.

 

El autor es Presidente de Centennial Group Latin America; Senior Fellow en el Dialogo Interamericano; y sirvió como Director del Depto. del Hemisferio Occidental del FMI desde 1994 a 2002.  Es oriundo de Argentina. Las opiniones presentadas son su responsabilidad, y de ninguna manera  es su intención  que ellas representen el punto de vista de  las instituciones a las que está asociado

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The View from Washington: Argentina’s public sector deficit trebles and could reach 6 percent of GDP, the highest level in 20 years

The Government’s mantra has been “A bit more expenditure than revenue will help the economy, without seriously affecting the public finances”.  These are not their words but are their facts- an unadulterated misreading of the Keynesian formulas, typical of those that have not read the master directly. He, like many before and after him, would have been shocked by the degree of mismanagement now present in Argentina.

 

The government has announced in recent days the outcome of the fiscal accounts for the first quarter of 2015. Looking at the numbers published by the Ministry of the Economy, revenues increased by 26 percent in the first quarter, compared to the same period of 2014. The percentage increase is somewhat larger on the basis of the numbers for the first four months of the year (29 percent), broadly in line with the unofficial estimates of inflation and negligible economic growth.

 

Primary expenditure (expenditure excluding interest payments) grew by 37 percent in the first quarter of 2015 compared to the same period of 2014. Interest payments increased by 80 percent, even as the nominal interest rates in Argentina remain low and the peso has depreciated by only 11 percent. Of course, these numbers underestimate the true cost of the debt, as it does not include the payments due to the “holdouts” and other creditors unrecognized by the Argentine Government.

 

These numbers mean that during the first quarter, the overall financial deficit of the public sector increased by 206 percent from the first quarter of 2014. If these numbers are projected for the year, Argentina would incur in an overall deficit of  about 6 percent of GDP, the highest in the region after Venezuela, on the basis of a nominal increase GDP of about 30 percent.  The ratio would be much higher if one believes the official numbers of inflation and of real growth.

 

This is a terrible situation for a country that is in dire financial circumstances. Moreover, it would be the worst fiscal performance in the last twenty years on a cash basis, even worse than 2001-03, when Argentina declared unilateral default. In addition, Argentina is also running a primary deficit, which simply means that they cannot pay for its expenses. China may help a bit, and the Central Bank may paper up the economy, but the performance is unsustainable.

 

It is sad that this government may not feel the impact of its disorderly finances, and that the next government will have to pay the bills. As noted in the past, it would be as sad if the guilty party does not pay for its mismanagement.

 

The author of this note is President of the Centennial Group Latin America; a Senior Fellow at the Inter-American Dialogue; and served as IMF Western Hemisphere Director from 1994 to 2002. He is Argentine.  The opinions presented here are his own, and are not intended in any way to represent the views of the organizations with which he is associated