Visión de Washington: Sin solución racional al problema de la deuda/ Vision from Washington: No rational solution to the debt conundrum

Visión de Washington: Sin solución racional al problema de la deuda/ Vision from Washington: No rational solution to the debt conundrum

Visión de Washington: Sin solución racional al problema de la deuda

Vision from Washington: No rational solution to the debt conundrum (see English version below)

 

Febrero de 2015

 

Claudio M. Loser

 

El verano del Sur avanza inexorablemente, pero no hay señales de una solución a los problemas de la deuda argentina. Más aún, hay un colapso en el sentido de realidad que se requiere para que cualquier gobierno opere. Más allá del posible desenlace del drama de la muerte de Alberto Nisman y la opinión predominante que el ejercicio del poder es corrupto y arbitrario, las noticias económicas están aumentando la impresión de un creciente desgobierno.

 

Se puede tener serias dudas acerca de las implicaciones a largo plazo de los vínculos  cada vez más estrechos con China. Es muy probable que la relación pueda terminar costando a la Argentina en cuanto a su dependencia de un país y de materias primas, incluso con su rica base de recursos. Sin embargo, es claro que la Argentina ha encontrado un aliado útil en China, que ha proporcionado tentadoras promesas de inversión y financiamiento significativo al Banco Central, en momentos en que las reservas extranjeras están cayendo abruptamente.

 

Aun así, las autoridades chinas, que tienden a ser cautelosas en cuanto a gestión macroeconómica, deben mirar con creciente preocupación el mal manejo económico de la Argentina.  La restricción creciente en el sistema de pagos oficial, cuando se desvía dinero para reducir la brecha entre las tasas de cambio oficial y paralelo, muestra claramente una mala asignación de recursos, en un momento en que la Argentina no se lo puede permitir.

Más al grano, lo que es preocupante es el espectáculo de la presidenta Fernández burlándose, en un vergonzoso tweetery de la manera más prejuiciosa, de la presunta dicción de los chinos en castellano, durante su visita a China. Es un homenaje a la visión de estadistas delas autoridades chinas, así como de su pensamiento estratégico, que la visita  presidencial continuó sin aparente incidente.

 

Inevitablemente, es en este contexto que debe deducirse que no existe intento serio de gestión económica en Argentina-por lo menos definido en términos convencionales. Se busca que el anuncio de aumentos en pensiones y subsidios, otorgados automáticamente por ley, sea visto como una   generosa dádiva del soberano a un público cautivo. Mientras tanto, como el verano, las perspectivas para arreglar economía desaparecen. Pero las autoridades usan su poder y amenazas para posponer el momento de la verdad, ejerciendo presión despiadada tanto a empresarios como otros por igual.

 

En este contexto, tratar con el default parece ser una cosa menor para el gobierno argentino, que parece aliviado por la decisión que  la jurisdicción de EEUU no cubre a los bonos emitidos en Londres. Pueden estar orgullosos por la reciente noticia de que Argentina es uno de pocos países con un descenso en la proporción de deuda/PIB en los últimos siete años.  Por supuesto, esto es en base a un PIB real inflado, una tasa de cambio sobrevaluada y la pérdida de valor forzada de deuda directamente o a través de indexación de la deuda interna. Además, la reducción también refleja la incapacidad de Argentina para pedir prestado en los mercados extranjero,  junto con una masiva fuga de capitales y una recesión que la Presidente no puede ocultar o fácilmente culpar a los demás.

 

El autor es Presidente de Centennial Group Latin America; Senior Fellow en el Dialogo Interamericano; y sirvió como Director del Depto. del Hemisferio Occidental del FMI desde 1994 a 2002.  Es oriundo de Argentina. Las opiniones presentadas son su responsabilidad, y de ninguna manera  es su intención  que ellas representen el punto de vista de  las instituciones a las que está asociado

 

February   2015

 

Claudio M. Loser

 

The Southern Summer advances inexorably, but there are no signs of a solution to the Argentine debt problems. May be more importantly, there is a collapse in the sense of reality that any functioning government requires. Beyond the  unfolding drama of the death of Alberto Nisman, and the prevailing view  that the exercise of power is corrupt and arbitrary, the economic news are compounding the impression of a break in governance.

One may have serious doubts about the long term implications of the closer links with China. It is very likely that the relationship may end up costing Argentina in terms of high dependence on one country and on commodities, even with a rich resource base. Even so, it is eminently clear that Argentina has found a convenient supporter in China, which has provided tempting promises of investment, and significant financing to the Central Bank, at a time when foreign reserves are falling sharply.

 

Even so, the Chinese authorities, who tend to be a cautious bunch when dealing with macroeconomic management, must be looking with increasing concern at the poor management of Argentina.  The increasing restrictiveness in the official payments system, as money is being  rechanneled to reduce the gap between the official and the parallel exchange rates, clearly shows a misallocation of resources, at a time when Argentina cannot afford it.

 

More to the point, what is worrisome is the spectacle of President Fernandez mocking, in a shameful tweeter and in the most narrow-minded way, the alleged diction of the Chinese in Spanish, while visiting China. It is a tribute to Chinese statesmanship, as well as strategic thinking, that the official presidential visit continued without apparent incident.

 

Inevitably, it is in this context that one can only infer that there is no serious attempt at managing economic affairs in a professional way- at least defined in conventional terms. The announcement of increases in pensions and subsidies, granted automatically by law, is intended to be seen as a gracious handout by the sovereign to an audience of captive followers. Meanwhile, like the summer, the prospects for fixing the economy seem to be slipping away. Still, the authorities use their power and threats to postpone the day of reckoning, ruthlessly pressuring business people and others alike.

 

In this context, dealing with the default seems to be a footnote for the Argentine government, even if they are relieved about the ruling that the US judgment does not apply for bonds issued in London. They may be proud of the recent news that Argentina is one of the few countries with a decline in the ratio of Debt to GDP in the last seven years.  Of course, this is on the basis of an inflated real GDP, an overvalued exchange rate, and the forced write-down of debt directly, or through under-indexing of domestic debt. Furthermore, the reduction also reflects the inability of Argentina to borrow in the markets, together with a massive capital flight, and a recession that the President cannot hide and blame easily on others.

 

The author of this note is President of the Centennial Group Latin America; a Senior Fellow at the Inter-American Dialogue; and served as IMF Western Hemisphere Director from 1994 to 2002. He is Argentine.  The opinions presented here are his own, and are not intended in any way to represent the views of the organizations with which he is associated